Localización:
El municipio de Aguada colinda por el norte con el Océano Atlántico y con el municipio de Aguadilla; por el sur con los municipios de Rincón y Añasco; por el este con los municipios de Aguadilla y Moca y por el oeste con el municipio de Rincón.
Topografía:
Forma parte de lo que se conoce como los Llanos Costeros del Oeste. Su distrito posee algunas montañas, entre ellas se encuentra situada parte de la montaña San Francisco, cuna de la Cordillera Central de la isla.
Gentilicio: Aguadeños
Patrono: San Francisco de Asís
Parroquia: San Francisco de Asís
Bandera: Escudo:
Bandera: Escudo:
Pueblo conocido como:
- Villa de San Francisco de Asís de la Aguada
- La Villa de Sotomayor
- El Pueblo Playero
- La Ciudad del Vaticano
Alcalde: Berty Echevarría
Fundación:
Antiguamente los barcos en tránsito hacia Europa y el resto de América ‘hacían aguada’ en esta región, es decir, dichas embarcaciones aprovechaban los numerosos pozos situados al este del río Guayabo, en la región de Guaniquilla (hoy parte de Aguada), para suplirse de agua mediante una serie de pozos, los cuales eran conocidos por los nombres de Caldas, Novoa, Güira, San José, San Francisco o Placeres. De esta actividad se originó el nombre del Municipio de Aguada.
En 1493, Cristóbal Colón descubrió a Puerto Rico. Aunque existen discrepancias entre los historiadores en cuanto al lugar exacto del desembarco, se han consignado las costas de Guaniquilla, territorio que hoy conocemos como Aguada, como el punto de llegada del almirante y su tripulación. Para dicha época esta región estaba gobernada por el cacique Aymamón, quien tenía su yucayeque en las cercanías del río Coalibina.
Años más tarde, entre 1508 a 1510, se estableció un poblado en dicho territorio al mando de Cristóbal de Sotomayor, éste considerado como el segundo establecido en la Isla, fue fundado por orden de Juan Ponce de León.
En febrero de 1511, al iniciarse la insurrección de los indios taínos, la Villa de Sotomayor, como era conocido el poblado, fue incendiada y casi todos sus habitantes perecieron. Sólo se salvó el intérprete Juan González, quien logró escapar y llegar hasta Caparra a informar a Ponce de León de lo ocurrido. Hoy día, se pueden apreciar las ruinas de dicho poblado en el barrio Cruces, cerca del río Ingenio.
Cinco años más tarde, en 1516, la Orden Franciscana erigió una ermita y fundó un monasterio bajo la advocación de San Francisco de Asís en el barrio Espinal de Aguada. Según Villar Roces, estos frailes estaban bajo la jurisdicción del provincial Fray Alonso del Espinar. Pocos años después, en 1528, un grupo indígena se apoderó e incendió el monasterio, dando muerte a cinco franciscanos. Se dice que dicho acto fue llevado a cabo por los caribes, sin embargo hay que tomar en consideración que en aquella época se les llamaba así a todos los indígenas rebeldes.
Los franciscanos regresaron al Espinal nuevamente a finales del siglo XVI, para fundar allí la población de San Francisco de Asís de la Aguada. En 1639, construyeron allí una nueva capilla en honor a la Purísima Concepción.
Para fines del siglo XVII, el rey de España, por real cédula, declaró a Aguada Parroquia Colativa. El 17 de septiembre de 1692, la Audiencia de La Española acordó organizar el partido de San Francisco de la Aguada y se le concedió a Aguada constituirse en parroquia independiente.
En 1737, otra real cédula ordenó que las flotas que viajaran en dirección a Caracas y América del Sur recogieran en los Pozos de la Aguada la correspondencia originada en San Juan de Puerto Rico destinada a las demás colonias españolas. Por dicho puerto entró en 1759 una escuadra inglesa, la cual fue heroicamente rechazada por los aguadeños.
La llegada de las naves españolas al Puerto de los Pozos de la Aguada promovió la celebración de ferias locales en las que los vecinos vendían o intercambiaban sus productos en un ambiente festivo. Para ese entonces, se dieron numerosos casos en que miembros de las tripulaciones y soldados destinados a otras colonias desertaran al llegar a dicha región. Estos, estimulados por la abundancia de alimentos y la tradicional hospitalidad que les brindaban los vecinos, terminaban ocultándose en los montes hasta que los barcos donde ellos habían arribado partieran del puerto. Se dice que de una sola flota podían desertar más de mil personas. Esto contribuyó a que incrementara la población europea al oeste de la Isla. Existen testimonios de que el contrabando era algo muy común entre los pobladores del área.
Aguada solía cubrir una gran extensión territorial, se extendía sobre lo que hoy es Aguadilla, Moca, San Sebastián del Pepino y Rincón. En 1752 se creó el partido del Pepino; veinte años después se segregó otro territorio para crear el de Santa Rosa del Rincón y, en 1780, se separó San Carlos de la Aguadilla.
El 14 de enero de 1778 Carlos III, por real cédula, elevó a Aguada, a Arecibo y a Coamo a la categoría de villa. Para ese entonces Aguada estaba compuesta por los barrios Asomante, Atalaya, Carrizal, Cerro Gordo, Cruces, Espinal, Guanábanas, Guayabo, Jagüey, Lagunas, Malpaso, Marías, Mamey, Naranjo, Piedras Blancas y Río Grande.
En la segunda mitad del siglo XVIII tres cronistas que visitaron a Puerto Rico dejaron descripciones de Aguada. Fernando Miyares González lo visitó en 1775 y constató que el pueblo tenía 180 casas, dos compañías de infantería, una de caballería y un cuartel. Por su parte, Fray Iñigo Abbad y Lasierra, hizo una descripción más detallada durante su visita a la Isla entre 1771 y 1778; éste sostiene que el pueblo estaba formado por cuatro hileras de casas, con una amplia plaza central en la cual "se ve siempre la iglesia arruinada" debido a que el suelo pantanoso no provee los cimientos adecuados para tal construcción.
Abbad señaló que en la jurisdicción de Aguada vivían 685 familias que sumaban 4,117 habitantes, los cuales poseían algunos trapiches y cultivaban café, arroz y otros frutos, aunque la mayor parte vivía del contrabando. Abbad también menciona que existían dos compañías milicianas: una de caballería y una de infantería.
Poco antes de finalizar el siglo, en 1797, el botánico francés André Pierre Ledrú estuvo en Aguada; sostuvo que el poblado estaba asentado en un “hermoso valle bastante pantanoso” e inundable y que sus habitantes practicaban ampliamente el contrabando. Ledrú informó que para esta época la jurisdicción de Aguada contaba con 4,814 habitantes.
Según Villar Roces, en 1841 fue trasladado el Juzgado de Justicia Mayor de Aguada al pueblo de Aguadilla. Por otra parte, en 1855 el pueblo de Aguada fue azotado por la epidemia de cólera morbo.
En 1893, la junta constituida para conmemorar el Cuarto Centenario del Descubrimiento de Puerto Rico erigió un monumento en forma de cruz en el barrio Espinar la Cruz de Culebrinas para señalar el punto por donde creyeron que tuvo lugar el primer desembarco de Cristóbal Colón en la Isla. En aquel entonces, el punto de referencia pertenecía al municipio de Aguadilla. En el 1937, este monumento fue reconstruido por la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico (PRRA por sus siglas en inglés). Al presente la cruz se encuentra en el municipio de Aguada. Para el 1948 la Junta de Planificación de Puerto Rico aprobó los planos de zonificación del pueblo de Aguada, “fijando definitivamente que el sitio donde se halla la Cruz de Culebrinas es parte del barrio Espinar de Aguada,
En la segunda década del siglo XX dos grandes fenómenos naturales afectaron el pueblo. En agosto de 1912, un poderoso incendio destruyó gran parte del poblado. Entre las casas que consumió, estaba la vieja alcaldía de madera que contenía todos los archivos. El 11 de octubre de 1918, fuertes terremotos destrozaron la Iglesia de cal y canto de San Francisco, la mayoría de las viviendas y la Cruz de Culebrina. Esta última fue erigida nuevamente en 1925 en el barrio de Guanaquilla, costeada por la Liga Patriótica de Aguada, “a fin de fijar el verdadero sitio por donde Colón hizo su desembarco y tomó posesión de la Isla en nombre de los Reyes Fernando e Isabel”.
Website: http://aguada.gov.pr/
Más información: www.enciclopediapr1.org/esp
- La Villa de Sotomayor
- El Pueblo Playero
- La Ciudad del Vaticano
Alcalde: Berty Echevarría
Fundación:
Antiguamente los barcos en tránsito hacia Europa y el resto de América ‘hacían aguada’ en esta región, es decir, dichas embarcaciones aprovechaban los numerosos pozos situados al este del río Guayabo, en la región de Guaniquilla (hoy parte de Aguada), para suplirse de agua mediante una serie de pozos, los cuales eran conocidos por los nombres de Caldas, Novoa, Güira, San José, San Francisco o Placeres. De esta actividad se originó el nombre del Municipio de Aguada.
En 1493, Cristóbal Colón descubrió a Puerto Rico. Aunque existen discrepancias entre los historiadores en cuanto al lugar exacto del desembarco, se han consignado las costas de Guaniquilla, territorio que hoy conocemos como Aguada, como el punto de llegada del almirante y su tripulación. Para dicha época esta región estaba gobernada por el cacique Aymamón, quien tenía su yucayeque en las cercanías del río Coalibina.
Años más tarde, entre 1508 a 1510, se estableció un poblado en dicho territorio al mando de Cristóbal de Sotomayor, éste considerado como el segundo establecido en la Isla, fue fundado por orden de Juan Ponce de León.
En febrero de 1511, al iniciarse la insurrección de los indios taínos, la Villa de Sotomayor, como era conocido el poblado, fue incendiada y casi todos sus habitantes perecieron. Sólo se salvó el intérprete Juan González, quien logró escapar y llegar hasta Caparra a informar a Ponce de León de lo ocurrido. Hoy día, se pueden apreciar las ruinas de dicho poblado en el barrio Cruces, cerca del río Ingenio.
Cinco años más tarde, en 1516, la Orden Franciscana erigió una ermita y fundó un monasterio bajo la advocación de San Francisco de Asís en el barrio Espinal de Aguada. Según Villar Roces, estos frailes estaban bajo la jurisdicción del provincial Fray Alonso del Espinar. Pocos años después, en 1528, un grupo indígena se apoderó e incendió el monasterio, dando muerte a cinco franciscanos. Se dice que dicho acto fue llevado a cabo por los caribes, sin embargo hay que tomar en consideración que en aquella época se les llamaba así a todos los indígenas rebeldes.
Los franciscanos regresaron al Espinal nuevamente a finales del siglo XVI, para fundar allí la población de San Francisco de Asís de la Aguada. En 1639, construyeron allí una nueva capilla en honor a la Purísima Concepción.
Para fines del siglo XVII, el rey de España, por real cédula, declaró a Aguada Parroquia Colativa. El 17 de septiembre de 1692, la Audiencia de La Española acordó organizar el partido de San Francisco de la Aguada y se le concedió a Aguada constituirse en parroquia independiente.
En 1737, otra real cédula ordenó que las flotas que viajaran en dirección a Caracas y América del Sur recogieran en los Pozos de la Aguada la correspondencia originada en San Juan de Puerto Rico destinada a las demás colonias españolas. Por dicho puerto entró en 1759 una escuadra inglesa, la cual fue heroicamente rechazada por los aguadeños.
La llegada de las naves españolas al Puerto de los Pozos de la Aguada promovió la celebración de ferias locales en las que los vecinos vendían o intercambiaban sus productos en un ambiente festivo. Para ese entonces, se dieron numerosos casos en que miembros de las tripulaciones y soldados destinados a otras colonias desertaran al llegar a dicha región. Estos, estimulados por la abundancia de alimentos y la tradicional hospitalidad que les brindaban los vecinos, terminaban ocultándose en los montes hasta que los barcos donde ellos habían arribado partieran del puerto. Se dice que de una sola flota podían desertar más de mil personas. Esto contribuyó a que incrementara la población europea al oeste de la Isla. Existen testimonios de que el contrabando era algo muy común entre los pobladores del área.
Aguada solía cubrir una gran extensión territorial, se extendía sobre lo que hoy es Aguadilla, Moca, San Sebastián del Pepino y Rincón. En 1752 se creó el partido del Pepino; veinte años después se segregó otro territorio para crear el de Santa Rosa del Rincón y, en 1780, se separó San Carlos de la Aguadilla.
El 14 de enero de 1778 Carlos III, por real cédula, elevó a Aguada, a Arecibo y a Coamo a la categoría de villa. Para ese entonces Aguada estaba compuesta por los barrios Asomante, Atalaya, Carrizal, Cerro Gordo, Cruces, Espinal, Guanábanas, Guayabo, Jagüey, Lagunas, Malpaso, Marías, Mamey, Naranjo, Piedras Blancas y Río Grande.
En la segunda mitad del siglo XVIII tres cronistas que visitaron a Puerto Rico dejaron descripciones de Aguada. Fernando Miyares González lo visitó en 1775 y constató que el pueblo tenía 180 casas, dos compañías de infantería, una de caballería y un cuartel. Por su parte, Fray Iñigo Abbad y Lasierra, hizo una descripción más detallada durante su visita a la Isla entre 1771 y 1778; éste sostiene que el pueblo estaba formado por cuatro hileras de casas, con una amplia plaza central en la cual "se ve siempre la iglesia arruinada" debido a que el suelo pantanoso no provee los cimientos adecuados para tal construcción.
Abbad señaló que en la jurisdicción de Aguada vivían 685 familias que sumaban 4,117 habitantes, los cuales poseían algunos trapiches y cultivaban café, arroz y otros frutos, aunque la mayor parte vivía del contrabando. Abbad también menciona que existían dos compañías milicianas: una de caballería y una de infantería.
Poco antes de finalizar el siglo, en 1797, el botánico francés André Pierre Ledrú estuvo en Aguada; sostuvo que el poblado estaba asentado en un “hermoso valle bastante pantanoso” e inundable y que sus habitantes practicaban ampliamente el contrabando. Ledrú informó que para esta época la jurisdicción de Aguada contaba con 4,814 habitantes.
Según Villar Roces, en 1841 fue trasladado el Juzgado de Justicia Mayor de Aguada al pueblo de Aguadilla. Por otra parte, en 1855 el pueblo de Aguada fue azotado por la epidemia de cólera morbo.
En 1893, la junta constituida para conmemorar el Cuarto Centenario del Descubrimiento de Puerto Rico erigió un monumento en forma de cruz en el barrio Espinar la Cruz de Culebrinas para señalar el punto por donde creyeron que tuvo lugar el primer desembarco de Cristóbal Colón en la Isla. En aquel entonces, el punto de referencia pertenecía al municipio de Aguadilla. En el 1937, este monumento fue reconstruido por la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico (PRRA por sus siglas en inglés). Al presente la cruz se encuentra en el municipio de Aguada. Para el 1948 la Junta de Planificación de Puerto Rico aprobó los planos de zonificación del pueblo de Aguada, “fijando definitivamente que el sitio donde se halla la Cruz de Culebrinas es parte del barrio Espinar de Aguada,
En la segunda década del siglo XX dos grandes fenómenos naturales afectaron el pueblo. En agosto de 1912, un poderoso incendio destruyó gran parte del poblado. Entre las casas que consumió, estaba la vieja alcaldía de madera que contenía todos los archivos. El 11 de octubre de 1918, fuertes terremotos destrozaron la Iglesia de cal y canto de San Francisco, la mayoría de las viviendas y la Cruz de Culebrina. Esta última fue erigida nuevamente en 1925 en el barrio de Guanaquilla, costeada por la Liga Patriótica de Aguada, “a fin de fijar el verdadero sitio por donde Colón hizo su desembarco y tomó posesión de la Isla en nombre de los Reyes Fernando e Isabel”.
Website: http://aguada.gov.pr/
Más información: www.enciclopediapr1.org/esp